Otra vez ha pasado bastante tiempo desde la publicación del
último post. De esta manera, los nuevos posts salen cargadísimos de proyectos
acabados y pueden llegar a confundir en el sentido de que parece que me cunde
el tiempo sobremanera y/o me paso el día con mis agujas en ristre. Ya me
gustaría, ya. Pero de momento no es así.
Esta vez todos los proyectos son de punto. No hay
diversificación esta vez. Sí que hay una novedad, algo que no había hecho nunca
y que lo dejo para explicároslo al final del post.
En primer lugar, os enseño este chal que hice sin ningún
patrón, improvisando sobre la marcha. Usé una Drops Delight que compré hace
tiempo para un cárdigan que nunca llegó a buen fin y que ya he usado en este otro proyecto, en éste y en éste. Y todavía me queda bastantita.
Más detalles, aquí.
En el intercambio navideño del año pasado del grupo The Spanish
Swap, Rocío me regaló una maravilla de lana y de patrón como os explicaba aquí.
Me lancé a hacerlo, pero me quedó fatal, era de los primeros proyectos con fair
isle y la tensión dejaba mucho que desear. Además, me lancé a la piscina sin
asesorarme primero en los truquis que te ayudan con los floats y otras historias
relacionadas con el juego de colores en el mundo tejeril. Quedó tan mal que lo
deshice y volví a empezar. Esta vez ha quedado algo mejor, pero todavía queda
mucho camino que recorrer, no ya hasta la perfección sino hasta la corrección.
Detalles, aquí.
Con una lana muy singular que compré en Edimburgo y un
restito de seda de Greta and the fibers, inspirándome en un chal de BotanicalKnits 2 hice este chalcito. Me gusta mucho y es muy llevable, especialmente
cuando no hace mucho frío, que es lo más normal en estas latitudes.
Detalles, aquí.
El siguiente proyecto se nutre completamente de lanas de
Greta and the fibers. La seda naranja, con un tono difícil de describir por su
belleza, combinada en formato de rayas con restos de otros proyectos: seda
negra, Silk me lace y Basel grises y Baslace marrón. Proyecto de largo
recorrido, pero finalmente le di un empujón y lo acabé.
Detalles, aquí.
Otro proyecto largo que empecé en enero y que costó mucho de
arrancar. Ya os había hablado de él aquí. Después de muchas probaturas y de
aborrecerlo, un día lo retomé y alcancé una velocidad crucero nada desdeñable.
Detalles, aquí.
Como
me ha sobrado bastante lana (ésta también la compré en Edimburgo), me veo con
ánimos de empezar otro proyecto parecido. Estaba pensando en este patrón.
Unos calcetines. Tejer calcetines es una de las cosas más
agradables, engancha muchísimo y es muy cómodo por su reducido tamaño y su
portabilidad. Pero lo malo, para mí, de tejer calcetines es que con el clima
casi-tropical que tenemos aquí, no hay quien se los ponga. Creo que me he
puesto solo una vez cada uno de los pares que me he tejido. Este año me he
hecho el propósito de usarlos para estar por casa, para esos momentos de pies
subidos en el sofá. Tenía ganas de tejerme unos tobilleros y sin elástico
ajustado a la caña, porque me pican normalmente. Así que me tejí estos.
Detalles, aquí.
Y ahora la novedad. Desde hace ya algún tiempo lo tenía en
mente. Mi madre me enseñó hace eones a tejer unos peúcos para dormir que
siempre llevábamos en casa cuando éramos pequeños. Muy sencillos, muy
efectivos. Pero tejidos en recto y con costura trasera. Mi madre no tejía con agujas
de doble punta, no sé si ni siquiera sabía que existían. Siempre explicaba que
durante la guerra tejían ella y otras mujeres de su familia, un par de
calcetines cada una por día que vendían para los soldados, pero con costura
trasera. Así que empecé a preguntarme cómo sería hacerlos con agujas
circulares. Investigué en Ravelry a ver si alguien ya había publicado algo
parecido y no supe encontrar nada. Tenía que pensar cómo resolvía el cierre del
talón y la estructura general de la prenda. Y ahí estaba el proyecto, esperando
que llegara el día en que me sintiera con el suficiente ánimo e inspiración
para sacarlo adelante. Mientras ese momento
no llegaba en el grupo de Las Knitting Amigas se propuso que un Kal muy sui generis
ya que no se trataba de que tejiéramos algo a la vez, sino de que cada uno se
enfrentara a un reto personal. Y el mío fue éste. Sacar el método para tejer
los peúcos. Y ojo que digo método, no patrón. Más que las indicaciones paso a
paso para tejerlos, se dan las ideas de la construcción de la prenda. Aunque
son extremadamente sencillos, no creo que sea adecuado para tejedores novatos.
Si que lo es para aquellos que tengan claros los conceptos principales de hacer
punto. Está publicado en Ravelry, en inglés y en español y es gratuito. Aquí lo tenéis.
1 comentario:
Déu ni dó!
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