sábado, 12 de noviembre de 2016

Otoño 2016

Otra vez ha pasado bastante tiempo desde la publicación del último post. De esta manera, los nuevos posts salen cargadísimos de proyectos acabados y pueden llegar a confundir en el sentido de que parece que me cunde el tiempo sobremanera y/o me paso el día con mis agujas en ristre. Ya me gustaría, ya. Pero de momento no es así.
Esta vez todos los proyectos son de punto. No hay diversificación esta vez. Sí que hay una novedad, algo que no había hecho nunca y que lo dejo para explicároslo al final del post.
En primer lugar, os enseño este chal que hice sin ningún patrón, improvisando sobre la marcha. Usé una Drops Delight que compré hace tiempo para un cárdigan que nunca llegó a buen fin y que ya he usado en este otro proyecto, en éste y en éste. Y todavía me queda bastantita.






Más detalles, aquí.

En el intercambio navideño del año pasado del grupo The Spanish Swap, Rocío me regaló una maravilla de lana y de patrón como os explicaba aquí. Me lancé a hacerlo, pero me quedó fatal, era de los primeros proyectos con fair isle y la tensión dejaba mucho que desear. Además, me lancé a la piscina sin asesorarme primero en los truquis que te ayudan con los floats y otras historias relacionadas con el juego de colores en el mundo tejeril. Quedó tan mal que lo deshice y volví a empezar. Esta vez ha quedado algo mejor, pero todavía queda mucho camino que recorrer, no ya hasta la perfección sino hasta la corrección.

Detalles, aquí.

Con una lana muy singular que compré en Edimburgo y un restito de seda de Greta and the fibers, inspirándome en un chal de BotanicalKnits 2 hice este chalcito. Me gusta mucho y es muy llevable, especialmente cuando no hace mucho frío, que es lo más normal en estas latitudes.



Detalles, aquí.
 
El siguiente proyecto se nutre completamente de lanas de Greta and the fibers. La seda naranja, con un tono difícil de describir por su belleza, combinada en formato de rayas con restos de otros proyectos: seda negra, Silk me lace y Basel grises y Baslace marrón. Proyecto de largo recorrido, pero finalmente le di un empujón y lo acabé.


Detalles, aquí.
 
Otro proyecto largo que empecé en enero y que costó mucho de arrancar. Ya os había hablado de él aquí. Después de muchas probaturas y de aborrecerlo, un día lo retomé y alcancé una velocidad crucero nada desdeñable.




Detalles, aquí.
Como me ha sobrado bastante lana (ésta también la compré en Edimburgo), me veo con ánimos de empezar otro proyecto parecido. Estaba pensando en este patrón.

Unos calcetines. Tejer calcetines es una de las cosas más agradables, engancha muchísimo y es muy cómodo por su reducido tamaño y su portabilidad. Pero lo malo, para mí, de tejer calcetines es que con el clima casi-tropical que tenemos aquí, no hay quien se los ponga. Creo que me he puesto solo una vez cada uno de los pares que me he tejido. Este año me he hecho el propósito de usarlos para estar por casa, para esos momentos de pies subidos en el sofá. Tenía ganas de tejerme unos tobilleros y sin elástico ajustado a la caña, porque me pican normalmente. Así que me tejí estos.
Detalles, aquí.

Y ahora la novedad. Desde hace ya algún tiempo lo tenía en mente. Mi madre me enseñó hace eones a tejer unos peúcos para dormir que siempre llevábamos en casa cuando éramos pequeños. Muy sencillos, muy efectivos. Pero tejidos en recto y con costura trasera. Mi madre no tejía con agujas de doble punta, no sé si ni siquiera sabía que existían. Siempre explicaba que durante la guerra tejían ella y otras mujeres de su familia, un par de calcetines cada una por día que vendían para los soldados, pero con costura trasera. Así que empecé a preguntarme cómo sería hacerlos con agujas circulares. Investigué en Ravelry a ver si alguien ya había publicado algo parecido y no supe encontrar nada. Tenía que pensar cómo resolvía el cierre del talón y la estructura general de la prenda. Y ahí estaba el proyecto, esperando que llegara el día en que me sintiera con el suficiente ánimo e inspiración para  sacarlo adelante. Mientras ese momento no llegaba en el grupo de Las Knitting Amigas se propuso que un Kal muy sui generis ya que no se trataba de que tejiéramos algo a la vez, sino de que cada uno se enfrentara a un reto personal. Y el mío fue éste. Sacar el método para tejer los peúcos. Y ojo que digo método, no patrón. Más que las indicaciones paso a paso para tejerlos, se dan las ideas de la construcción de la prenda. Aunque son extremadamente sencillos, no creo que sea adecuado para tejedores novatos. Si que lo es para aquellos que tengan claros los conceptos principales de hacer punto. Está publicado en Ravelry, en inglés y en español y es gratuito. Aquí lo tenéis.