lunes, 22 de abril de 2013

Acumulando proyectos

En el arte del tejer sus artífices a menudo sufren de lo que vulgarmente se conoce por "startitis", esto es, el deseo compulsivo de empezar proyectos. Inevitablemente, ésto conduce a tener en las agujas más de un proyecto, con el consiguiente retraso de todos. Yo creo que está bien tener varias cosas entre manos, varias cosas de diferentes características. Por ejemplo, algo sencillo, que, mientras ves un capítulo de Shameless, te permita tejer sin meter la pata o algo que haga poco bulto para poder llevarlo en el bolso a todas partes por si acaso te quedas 2 minutos sin hacer nada (normalmente, unos calcetines), etcétera... Pero este sistema presenta el inconveniente de que se te eternizan los proyectos. En eso he estado últimamente, en varias cosas a la vez. 

Cosiendo, por variar, un vestido-túnica, inspirado en un modelo de éste libro, que no ha quedado muy bien acabado, pero que yo me lo pongo igual de a gusto. 


Tejiendo una chaqueta propuesta en el grupo de Ravelry de Greta and the fibers. Personalizándola a mi gusto y a mis medidas, que poco tenían que ver con las del patrón.


Ya no es época, pero presiento que en la temporada próxima va a ser muy llevada. Más detalles, aquí.

En esa fiebre de acabar cosas, una tarde decidí que ya era hora de dejar de ver en un cajón del congelador unos tres kilos de moras del verano pasado. No se me fueran a juntar con las de éste año. Así que me puse en plan "no me acuesto hasta que no lo convierta todo en mermelada" y así fue.

Tejiendo unos calcetines básicos, aunque con la particularidad de que tienen el gusset plantar. Y sufriendo en este caso, no porque no llegara la lana, sino porque no se acababa jamás. Parecía un embrujo. Alguna cosa más, aquí.
Y con algo más entre manos que todavía está a medias. Y, cómo no, pensando y pensando en qué será lo próximo que haré.