lunes, 31 de agosto de 2015

Verano 2015

Dejé la última entrada a la espera de mi regalo en el Spanish Swap. Llegó, de parte de Kuku, con todo el cariño y buen tejer del que ella es capaz. Un precioso chal de rayas que todavía no he podido estrenar pero que seguro saldrá con los primeros fríos. Un diseño creado por ella y unos colores muy acertados y bien combinados.
Y junto con el chal venían los regalitos varios. Lanas de Bergère de France, que nunca he probado y desde hace tiempo me llaman la atención, unas agujas Hiya-Hiya, que tampoco había probado y ahora ya estoy en condiciones de decir que son la bomba, chocolate a la frambuesa, que duró en casa cero coma, un guarda-agujas, una aguja para chal de cerámica japonesa preciosa, una pastilla de jabon artesano y un bloc de notas con forma de pera. Y la postalita con cariños, que no falte. Siempre he tenido suerte en esto del Spanish swap, no me puedo quejar. ¡Mil gracias, Kuku!
En cuanto a mi trabajo, éste ha sido o está siendo un verano poco productivo. O quizás debería decir que me he dedicado a otras cosas que no son susceptibles de aparecer en este blog. En primavera había empezado dos chales y un cuello que acabé en verano.
El cuello ha sido mi primera intervención con una lana Ito, japonesa, 72% lana y 28% papel, lo que hace que el dibujo del calado quede bastante definido. Muy agradable de tejer, veremos como resulta a la hora de lucirlo.

Detalles, aquí.

Sí que había probado la tosh merino light y sigue gustándome igual. Yo diría que es de las lanas mecha que más me gusta, yo que no soy muy de mecha. Y de los colores que consigue la señora Madelinetosh, qué vamos a decir...


Detalles, aquí.

Y este otro chal que también había empezado en primavera, con restos de lanas de otros proyectos. Encantada con el resultado.


Detalles, aquí.
Ya entrados en el verano hice esta bolsita para regalar a una amiga. En azules y blanco, muy veraniega:



Empecé y acabé este top. Modificando un poco el patrón original y haciendo y deshaciendo hasta encontrar las medidas adecuadas. Con una lana de algodón de Rowan con la que ya había trabajado (hice dos chaquetitas para dos bebés) y que es una lástima que no se comercialice más porque resultaba muy agradable. Pensé que no iba a acabar a tiempo para estrenarlo, pero al final sí que pudo ser:







 
Detalles, aquí.

Y justo acabo de comenzar a explorar un nuevo campo: el de las pulseras. El caso es que mis muñecas son extremadamente pequeñas y me cuesta horrores encontrar mi medida en las tiendas ( lo mismo me pasa con mis deditos y los anillos), así que he decidido aprender a hacer nudos correderos y demás variantes y a desempolvar mis conocimientos de macramé. De momento puedo enseñar este ejemplar:

Y de momento, eso es todo, amigos.