viernes, 15 de noviembre de 2013

Chaquetita

Una chaquetilla que me acabo de hacer inspirándome en este post. No se trata de un patrón para seguir al pie de la letra, sino más bien unas indicaciones generales. La verdad es que me han sido útiles.



 






Detalle de los botones. De cerámica, cada uno diferente y sin lugar a dudas lo más preciado de la pieza:





Deseando que llegue el frío de verdad para ponérmela.
Detalles, aquí.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Vacaciones

A mí, la época del año que más me gusta es el otoño: por eso suelo hacer las vacaciones en octubre. Aunque, dadas las circunstancias meteorológicas de los últimos años, vamos a tener que hacer un nuevo planteamiento y dejarlas para más adelante. Este octubre, desde luego, ha tenido más de verano que de otoño. El caso es que ya pasaron las vacaciones y, como dice un amigo mío que es muy optimista, lo bueno de ahora es que tienes todas las del año que viene por hacer. Por lo pronto, las de este se han repartido en dos viajes, muy distintos entre ellos. Una visita de carácter familiar al sur, llena de recuerdos de familia, sobrentendimientos, tranquilidad y buenos alimentos:


















Y otra visita a Londres, que, a pesar de la repetición, nunca decepciona. ¿Cómo va a decepcionar una ciudad en la que, paseando por la calle te encuentras cosas como éstas?




En mi museo favorito, el V&A, me encontré esta maravilla tejida a mano con hilo de algodón:
Este bañador, también tejido:
Y esta extraña y bonita pieza. ¿Para qué sirve? Más abajo, la descripción:

¡Qué práctico, llevar todo el día colgando la labor, bien a mano para cualquier segundo libre!
Y como no podía ser de otro modo, no sólo nos dedicamos a museos (que fueron unos cuantos) sino que también hubo  lugar para las compras.
Lanas (Ni están todas las que son, ni son todas las que están)
Y la ineludible visita a Cath Kidston:

Tejer, poco, la verdad. Entre viaje y viaje, un poco de costura: unas bolsas para labor grandes, en las que quepan cosas de tamaño mediano / grande, las dos con el clásico estampado de flor provenzal aunque en diferente medida.


Y una nueva funda para mi kindle, que la otra ya estaba cochambrosa:
Y ahora, volver al día a día, que, a pesar de que siempre nos quejemos, también tiene sus bondades. Ya sé que va a sonar rarito, pero cada día que madrugo para ir a trabajar, entre las maldiciones del tipo "¿por qué después de 28 años todavía no me he acostumbrado a este horario?", me digo a mí misma: "Qué bien que mi salud de hoy me permite ir a trabajar". 
Y a esperar que el frío haya llegado para quedarse y crecer.