sábado, 16 de marzo de 2013

Por fin...unos calcetines para mí.

Según criterio de MJ, a quien yo creo a pies juntillas por ser una mujer de ciencias, padecí un ataque de lemurismo al ver estos calcetines que había hecho Laia. Me encantó el colorido, así que allí mismo, rollo "aquí te pillo, aquí te mato" le compré dos ovillos de esa lana de Regia diseñada por Kaffe Fassett (ya hablé de esto en el post anterior) Como soy padawan en estas lides calcetineras -pero eso sí, aspirando humildemente a la maestría de mi Albis-Obi Wan- me puse a hacer un modelo básico. Lo empecé aproximadamente en octubre y avanzaba muy lentamente, en absoluto motivada por el tema. Cuando había pasado la zona de los deditos (encuentro a faltar en castellano una palabra para nombrarlos específicamente, como toes en inglés o orteils en francés, ¡no es justo!) me dí cuenta de que me estaban quedando demasiado holgueros de acuerdo a las medidas estándares correspondientes a mi número de calzado. Pedí consejo a Marga, que fue quien me enseñó a hacer calcetines, y me sugirió que, mejor que reducir puntos, redujera el grosor de la aguja. Así lo hice y quedaba mucho mejor, ya que tengo tendencia a trabajar bastante flojo, pero entonces me estaban estrechos. Como decía mi padre, nunca faltan puñeterías, así que le aumenté unos puntitos y ya está, como un guante. Para los próximos que haga, tengo que plantearme si en la caña sería conveniente aumentar algún puntillo, especialmente si la hago más alta, ya que servidora es de tobillo estilo caña de pescar y de pantorrilla estilo "coneja preñada".
Aquí dejo el reportaje gráfico. Y, as usual, detalles aquí.





sábado, 2 de marzo de 2013

Colores, colores... y un poco de ficción


Compré unos ovillos de Lion Brand en la Ciudad de México y con ellos me he hecho esta especie de mantón. Me ha resultado una lana dulce de trabajar, con un poco de pelito y todo lo que eso conlleva y con una gradación de colores atrevida y singular. Detalles, aquí.



Después de esta última imagen tan velazqueña, os cuento que, de un modo involuntario y casual, me he encontrado trabajando a la vez en dos proyectos en los que utilizo lana cuyo colorido ha sido diseñado por el mismo creador, Kaffe Fassett. El primero, unos calcetines:


El segundo, un chal:

Y contaros también que, después de mucho tiempo sin leer ficción, ando metida en la lectura de una novela que me hace soñar por las noches con bailes arrabaleros y bailarines mundanos: