Este era un camisón antiguo, que mi madre se había hecho para su ajuar. Lo tenía guardado sólo para mirarlo, porque no era cómodo para usarlo y tampoco era un primor de esos que no te atreves a tocarlo, de tan bonito que es, que de esos también tengo. Así que decidí transformarlo para sacarle algún provecho. De aquí:


No hay comentarios:
Publicar un comentario