domingo, 29 de junio de 2014

La historia de una chaqueta que casi llegó a ser y no fue.


La primera vez que vi una chaqueta de este estilo me gustó muchísimo y decidí que algún día me haría una. Me refiero a este estilo: (Shelley Mackie para elann)

El caso es que quise hacerla con una Drops Delight. Los colores me sedujeron enormemente y me compré 10 ovillos a tal efecto.

Ya lo tenía todo, la lana y las ganas, que eran muchas. El modelo estaba hecho con una lana más gordita que la que yo había elegido, así, que me iban a tocar millones de puntos. Pero ahí iba yo, entusiasmada.
Así que empecé a leer el patrón y la primera en la frente. Había que iniciar la labor con unas cuantas agujas de doble punta y en circunferencia. Las agujas de doble punta no son mi fuerte en absoluto, y, consciente de mi torpeza, empecé.  Como dirían en México, ni madres, no había manera, me quedaba mal, no me gustaba. Por primera vez, ya lo dejé hibernando. El caso es que un día, concretamente el 4 de junio del 2013, fui a hacerme una prueba médica de la que salí, no a rastras, porque salí andando, pero gritando taxi desde la puerta de la clínica. Al llegar a casa me dije “si he superado ésto, tengo que superar el cast-on de la chaqueta” Y lo saqué.
Y di de alta el proyecto en Ravelry y lo nombré “Miss Cad”, en honor a mis caderas que me estaban proporcionando ratos tan agradables. Seguí tejiendo y tejiendo.
Era el proyecto perfecto para las quedadas, porque no requería ninguna atención. Y punto a punto, llegué a ésto.




Siete ovillos gastados y lo que queda de los tres que veis.  Una manga casi acabada. Los cambios de color son cada vez más cortos porque vamos ampliando las vueltas. El caso es que sé que no me la voy a poner, así que después de darle mil vueltas decido deshacerla y buscar otros proyectos para esta lana. Deshacer tiene su miga. Son muchos metros y hay que sanear esa lana que lleva tanto tiempo tejida, pero estoy convencida que va a valer a pena ese trabajo para dar lugar a otros proyectos que sí que voy a aprovechar.
Todo listo para empezar a deshacer:


y empieza, pues, la tarea de deshacer. Va a ser tedioso y cansado.

Una obra que va avanzando conforme retrocede.




Llegamos a dimensiones tan pequeñas como ésta:

O esta:
Y el resultado final:


Escurriéndose en la ducha:

Os mantendré informadas.

CHAL

Hacía ¿muchos? días que no ponía ningún chal. Aquí va el último:




Detalles, aquí.

sábado, 28 de junio de 2014

Una excepción llamada Cath Kidston

Hoy no voy a mostrar artesanías ni nada que se le parezca. Hoy voy a mostrar todos mis Cath Kidston. Hace días que me rondaba por la cabeza. ¿Que no sabéis quién es Cath Kidston? Googleead, googleead. La vais a odiar o la vais a amar. Yo la amo locamenti, como decían Las Grecas. La descubrí en las calles de Londres en mayo del 2010 (tardía que soy). No paré hasta que no encontré dónde vendieran esos bolsos tan demasiao y tan fifis a la vez: el caso es que no di con una tienda suya, sino con el stand que tienen el Selfridge's y desde entonces, vivo enamorá, Camarón style. Viajes a Londres, luego a Madrid, y por fin, ¡Barcelona!, y al lado del curro, qué más quiero. Ahí va mi cornucopia:

El primer bolso, el de Selfridges, que todavía está en perfecto uso:



Y un tote bag de la misma época:


Algunas cosas que compré online antes de que llegara a España durante unos meses en los que no fui a Londres:
Una bolsa para las agujas rectas y la labor:


 Un paraguas plegable:
 Un tarjetero, muy perjudicado por el uso a estas alturas:

 Un monedero que me trajo mi amigo cuando fue a ver a su Barça a Londres:
Bolso de lunares comprado en Madrid:
Otro bolso de otros lunares comprado en Londres:
Junto con este tote bag de lona:
Y una de estas tazas, la azul. La roja ya es de Barcelona:
También este estuchito, muy perjudicado también y que uso para llevar las herramientas auxiliares de tejer:
De la misma familia, compré uno en las últimas rebajas que todavía no he estrenado:
Del último viaje a Londres, vine con este bolso:
y este monederito:

De algún lugar del norte de Inglaterra una amiga me trajo estos botones:

Ya en Barcelona, han caído calcetines:
Zapatillas:

Y más regalos de amigas:
Un metro:
Y lo que queda de dos sets de manicura de dos diferentes amigas:
Y si no me equivoco, eso es todo en mi inventario Cathkidstoniano. Sin contar la de cosas que he comprado para otros, (bueno, en este caso, más bien otras)
Continuará. Seguro.









sábado, 14 de junio de 2014

Pues por lo visto las entradas van a ser bimensuales, como el Marie Claire Idées. 
¿Qué ha pasado en estos dos meses? Ha llegado la primavera. Y las flores silvestres me encantan. Para cogerlas (Collige, virgo, rosas), para hacer un ramo en casa y para mantener las secas por más tiempo.

 
Una de las locuras en las que me metí: un swap basado en Las Chicas Gilmore. Mi regalo viajó a Rosario, Argentina. Una bolsa de labor y un agarradero de cocina. Y digo locura porque quien lo organizaba era un pelín desastre. No todo el mundo está listo para liderar, que aunque parezca fácil, tiene su enjundia.




Y justo antes de que empezaran los calores de verdad acabé esta manta de sofá. Ganchillo de lo más simple, Noro kureyon, que siempre mola por su errático colorido y pocas ganas de prestar demasiada atención a lo que haces. Voilà:






Aunque previamante, antes de unir toooodos los cuadros, se veía así:

 
Detalles, aquí.
El último proyecto acabado. Un bolso. Me encanta, para que vamos a andarnos con falsas modestias. Aprovechando las asas y los mosquetones de un bolso viejo.

 El cierre, con un resto de un pendiente-que-fue.
Cintas en el interior para localizar fácilmente lo que siempre tienes prisa por sacar y nunca encuentras, esto es, la tarjeta para entrar al trabajo
 y las llaves para entrar en casa
 Bolsillito para el móvil
 Y para las tarjetas de transporte
Y si sois observadoras, habréis visto que mi pobre y humilde máquina de coser de lidl ya empieza a hacer un pespunte un poco -o bastante- defectuoso.
Espero hacer una entrada en menos de dos meses. Tengo cuatro proyectos más entre manos (de tejer) que, al menos dos, tienen pinta de quererse eternizar. Y de costura, tengo tantas ideas y tan poco tiempo... Si es que a mí, ir a trabajar me quita mucho tiempo... Anyway, al menos un compendio de "Mi horno este invierno" tiene que caer pronto, por pingüe que sea.